Por Fernando Oleas
Pictoribus atque poetis
Quidlibet audenti semper fuit aequa potestas1
Yo he abierto en mis Novelas un camino
por do la lengua castellana puede
mostrar con propiedad un desatino.
...................................................
Nunca voló la pluma humilde mía
por la región satírica, bajeza
que a infames premios y desgracias guía2
La Gitanilla es una novelita que está dividida en dos
partes: primero, Cervantes trata de trasmitir a su público que durante su época
había una motivación muy fuerte, de orden económico, por la cual los escritores
de su época escribían para ganarse la vida. Georges Güntert en su ensayo
“Discurso social y discurso individual en La Gitanilla” dice que,
“Tanto los gitanos como la nobleza urbana, y ésta más que aquéllos, viven en un
mundo en el que el dinero es el valor fundamental;” en otras palabras, “una
sociedad dominada por el dinero”(116). En el caso de La Gitanilla,
en la primera mitad de la novela, la poesía es objeto económico literario y uno
de los puntos de crítica de Cervantes. Segundo, Cervantes abandona casi por
completo el tema de la poesía, como forma de vida, para enfocarse en las
travesías e historia de Preciosa. Su función es demostrar el verdadero valor
de la poesía, y una crítica en general en torno a la escritura, su motivación
económica y forma de vida. Los escritores del número que
intentan y logran llenar un mercado sediento del consumo literario para
entretenimiento.
La poesía funciona como elemento económico importante y
herramienta de trabajo para la supervivencia de un grupo de gente marginada
socialmente. Cervantes capta la lucha de los gitanos que habían sido aislados y
marginados de la sociedad española y fija la poesía en su centro con un juego
de doble crítica, y aceptando lo que parece ser una noción
popular, expuso la genealogía folclórica de los gitanos y su comportamiento en
la sociedad española. Una genealogía folclórica que le sirve de punto de
partida al abrir la novela, legando en ella la creencia popular de cómo son los
gitanos, y además, recordándonos su muy conocida y tradicional serie de actos
condenados por la sociedad. ¿Cómo fue aceptada esta creencia popular por la
sociedad española en mil seiscientos trece con la primera publicación de La
Gitanilla? Al principio del siglo XVII, los gitanos eran personas
marginadas, prohibidos de ejercer su nomadismo en la sociedad española desde el
reinado de los Reyes Católicos. Más de cien años, “Perseguidos, marginados,
despreciados por una sociedad rígida de los valores que se había forjado” dice
Antonio Dominguez Ortiz3. Por lo tanto las alternativas
durante el reinado de Felipe II, (quien muere en 1598) son desastrosas para
este grupo marginado de personas que busca los derechos humanos básicos y
quiere seguir viviendo dentro de una sociedad que lo rechaza constantemente.
Las intenciones de los gitanos, para tratar de integrarse en la sociedad
española, gobernada por la nobleza, se salían del orden social aceptable y sus
costumbres, ideales y folclor traspasaban los límites de la moral española
durante los siglos XV y XVI. España no estaba lista para enfrentarse con
un problema más en los años de decadencia política y económica a causa de
pérdidas y frentes militares. Durante las dos primeras décadas del siglo
XVII, los ideales de los gitanos se fueron degenerando por falta de
recursos para sustentar sus familias. Entonces, después de no ser escuchados y,
a su vez, rechazados por la sociedad4, siguieron robando para
subsistir. Este último supuesto comportamiento de orden delictivo, de
actos violentos, y constantes engaños condena a su gente. Por ende, se
desarrolla una perspectiva popular en contra de los gitanos, que Cervantes
conoce y se plantea como pregunta. Antonio Dominguez Ortiz, afirma que,
“...los primeros (gitanos) murieron por una idea5; los
segundos expiaron delitos vulgares, pero también hubo muchos que fueron
condenados por ser gitanos”(191, Estudios…). De aquí esa idea popular
de los gitanos, situación que la presenta Cervantes cuando escribe:
“ nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para
ladrones,y, finalmente salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo
ruedo y la gana de hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se
quitan sino con la muerte” (página, 38) 6
No existe documentación escrita por los gitanos en la cual se
pueda discutir tal juicio de comportamiento, consideración tradicional y
folclórica debido a la falta de educación y analfabetismo por la marginación
institucional. Ramón Menéndez Pidal dice, que las “acusaciones todas proferidas
desde el punto de vista del Estado constituido. No tenemos fuentes escritas
procedentes del grupo marginado, pero no es difícil comprender que otra sería
su versión7.” En el mundo gitano, la sociedad es el verdugo de sus ideales y
libertades, que canceló casi por completo el propósito natural y humana
existencia. Nos recuerda Antonio Domínguez Ortiz, esta situación muy bien
entendida por Cervantes, dice, “Las Cortes representan en 1610 que
los gitanos, cristianos solo de nombre, causan robos y muertos; solicitan su
expulsión a menos que se avecinen en lugares de más de mil vecinos y dejen su
traje y lengua.” (192, Estudios…). Expulsión que no se puede dar
por su origen y procedencia incierta. Eran españoles desplazados y marginados
dentro de su propia nación. Además Carlos V había impuesto penas más graves y
que después Felipe II, en 1586, había prohibido a los gitanos que entren en el
mundo mercantil de compra y venta a no ser que tenga casa, o un lugar fijo
establecido8. Por esto los gitanos vivían en las afueras de las ciudades y
entraban en ellas para entretener.
La narrativa de Cervantes domina el caso popular de los gitanos,
donde no se habla de una genealogía pre-establecida, sino más bien del destino
folclórico de los gitanos en la sociedad. Tanto es cierto esto, que la novela
cervantina se abre en un “Parece que...” y se desarrolla en torno a la vida
gitana, como motor principal de la novela, cuando en realidad es la mente del
narrador la que explica con mano férrea y ágil su mundo y costumbres.
Cervantes, en su preocupación de trasmitir esta realidad conocida, aborda como
tópico narrativo y se enfrenta al mundo especial de los gitanos. Ramón Menéndez
Pidal dice al respecto: “Entre siglo y siglo (del Quinientos al Seiscientos) un
ojo atento (Cervantes) siguió las costumbres y decidió recogerlas en forma
novelada. Hoy, ese relato constituye una de las pistas más seguras para conocer
lo que era la vida gitana en la España del Quinientos, así como para comprobar
la hostilidad que despertaba entre la sociedad. En primer lugar, esa sociedad--
al igual que la corona--acusa a los gitanos abiertamente de ladrones” (426).
Cervantes comienza su novela enfrentándose a esta noción popular de la
siguiente manera, “Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el
mundo para ser ladrones…¨ donde ese parece indica que lo que
sigue a continuación puede ser lo que el vulgo cree de los gitanos, y no lo que
Cervantes piensa de ellos. Una táctica novelesca donde introduce como premisa
principal la posibilidad de que los gitanos parecen ser corruptos por
naturaleza. No culmina aquí el desafío de Cervantes al lector, de que esta
clase social no sea apta para la perfección moral, para la idea del arte y de
la belleza, o para el rigor de los sentimientos y del concepto de verdad y de
palabra. Por lo tanto, Cervantes califica indirectamente, a través de sus
personajes, el valor de la verdadera poesía, fuera de los
valores materiales y mercado de la época. Cervantes demuestra que la poesía
debería ser una reflexión de lo inmaterial, como una contemplación infinita la
cual tiene que ser representada como manifestación pura de los sentidos.
Cervantes insiste que la aptitud, habilidad y virtud del poeta no puede ser
adquirida. El poeta nace poeta y debe cultivar esa virtud. Américo
Castro había hecho esta observación citando del Persiles, lo
siguiente: “Posible cosa es que un oficial sea poeta, porque la poesía no está
en las manos, sino en el entendimiento...el poeta nascitur”,
a lo que añade, “ Pero esa aptitud elemental, sin duda rara, ha de combinarse
con reflexión, experiencia y arte9.Sería erróneo no admitir la
complejidad de la poesía: primero, los ornamentos poéticos de manifestaciones
intrínsecas de la belleza natural asimilada y por otro lado la parte social, y
sobre todo, los aspectos económicos que contribuyeron y motivaron la creación
de nuevos géneros de la escritura durante el siglo XVII. Dentro de este amplio
mundo literario se destacan muchos escritores, entre ellos, según nos dice
Pierre Vilar, “Está también Lope, y el teatro es la única de las producciones
nacionales que, felizmente, cubre las necesidades del mercado. Y tanto la elite
y la Corte como la masa y la provincia se muestran ávidas de literatura.10” El Siglo
de Oro fue los años de una producción literaria masiva sin igual. El
mercado imponía una nueva demanda y la poesía se había convertido en elemento
de utilidad y progreso económico. Después del primer Don Quijote (1605),
en medio de este mundo de consumo literario, casi nueve años más tarde, después
de un largo proceso, se publica en 1613 la edición de las Novelas
Ejemplares11 y dos años antes del segundo Quijote en medio de una crisis económica
y social. Pierre Vilar dice que, “...en el momento en que una crisis aguda
descubre sus taras, en que el vividor ocioso, el rentista arruinado, el
bandolero seductor, el pordiosero holgazán , recorren calles y caminos, en que
el clérigo se nutre de arte puro y el hombre medio de literatura barata, en
aquel momento surge una obra maestra” ( El tiempo del Quijote,
345). Cervantes es un libre pensador y juega al desafío social con la
escritura. ¿Por qué Cervantes empieza sus novelas ejemplares
con La Gitanilla? ¿Qué importancia tiene el mundo gitano?
Ramón Menéndez Pidal dice que, “ No hay que asombrarse, pues, si Cervantes toma
de su género de vida la trama para una de sus más logradas novelas
ejemplares”(p-427). Sin duda que la trama que Cervantes plantea es un reto que
expone la supuesta rebeldía social de los gitanos. Ramón Menéndez Pidal nos
recuerda que el gitano del siglo XVII, “es un rebelde nato frente al
encorsetamiento del Estado autoritario. Le tienen sin cuidado las mil
preocupaciones por el prestigio y la honra que atosigan a patricios y
burgueses. Y, cosa inaudita, vive el amor sin tapujos ni hipocresías. Entre
ellos no hay cornudos ni donjuanes. Nadie pretende atender contra el honor de
nadie”(p-427). Para Cervantes y otros escritores, estos años de producción
literaria representaban un compromiso tanto en el género de la prosa como en la
poesía. Escribir se había convertido en un negocio y por medio de la escritura
se podía ganar un poco de dinero, alternativa que Preciosa (la gitanilla)
representa con su oficio y que no podía desaprovecharla. Los gitanos no podían
entrar en negocios oficiales, ni en transacciones de compra o venta. Cervantes
escribe:
“Mire, señora: por ahí he oído decir (y aunque moza, entiendo que
no son buenos dichos) que de los oficios se ha de sacar dineros...”(página, 55)
Producción literaria con motivaciones económicas dentro de un
mundo hostil y decadencia económica. La herencia dejada por cualquier tipo de
escritores es sonora y el arte de la poesía en cualquier sendero, bien sea
social, y económico (o como una expresión interna de la belleza mágica) es un
arte innegable. Cervantes quiso demostrar la existencia de estos dos tipos de
expresión, posiblemente criticando a la poesía que había olvidado los ejemplos
clásicos para acomodarse en un mundo meramente mercantil. En algunas de sus
obras Cervantes hace alusiones de lo que la poesía tiene que ser; esto es, algo
opuesto a lo que realmente era. Su insistencia, como veremos, está en la
dificultosa, pero necesaria, atribución estética como unidad, en el campo de la
expresión espiritual.
Parece que Cervantes era reacio a la implicación económica que
motivaba a los poetas a escribir para un mercado meramente aristocrático, y
dirigió su crítica hacia este fenómeno social. Cervantes urge al lector a que
intuya la poesía como un modelo sensible de la máxima expresión artística. De
esta manera critica a sus contemporáneos, quienes escribían mayormente con las
intenciones de abarcar un mercado que satisfaga la demanda existente. En otras
palabras, para satisfacer un cierto público que se nutría de sus actuaciones
cotidianas. Actuaciones que Preciosa no descarta, mientras cantaba los poemas
escritos para ganarse la vida y subsistir. Cervantes denuncia, elocuentemente,
el poder del mundo materialista que influencia a la creación de la poesía (los
nobles de la época que pagaban por engrandecer sus nombres a través de los
poetas que eran muchos) y que como consecuencia corrompe su verdadero espíritu.
Una época en la cual los oportunistas de toda clase social y ocupación se
dedicaron al negocio de la poesía y la escritura para acrecentar sus bienes.
Así lo afirma Rudolph Schevill, “poetry was composed by artisans ,
physicians, priests, aristocrats of every rank, no less than by professionals
writers”12 ¿Pero, cómo critica Cervantes a la poesía en circulación, y cuál
es el uso de ella en la condición social de los seres humanos? ¿Por qué la
poesía está metida en este marco libérrimo y humano de la sociedad gitana? En
el caso particular de Preciosa, Cervantes escribe:
(los poemas)... “habían de ser felicísimos atractivos e incentivos
para acrecentar su caudal; y así, se los procuró y buscó por todas las vías que
pudo y no faltó poeta que se los diese; que también hay poetas que se acomodan
con gitanos, y les venden sus obras, como los hay ciegos, que les fingen
milagros y van a la parte de la ganancia.” (Página, 38)
Cervantes claramente indica que el uso de la poesía en este
mundo al que pertenece Preciosa es el caudal de sus ingresos. La poesía como
mercancía, y la escritura como forma de vida. En este caso particular, la
gitana vieja ha encontrado una manera más de aumentar sus riquezas materiales
combinando la elocuencia de los poetas y la belleza de Preciosa. Quiere decir
que esta pequeña hermosura--la gitanilla--da forma y belleza a la poesía,
aunque carezca de esencia. La poesía representada por un personaje lleno de
conciencia y de libertad máxima. Preciosa entendía que por medio de romances podía
ganarse la vida, y su aventura y actuación con fines lucrativos es posible
porque tiene al frente un público vulnerable y deseoso. A pesar de que Preciosa
tenía en mente hacer dinero con la poesía y actuación, también tenía curiosidad
de saber hasta qué punto su habilidad y belleza natural le ayudaría a obtener
lo que ella había imaginado.
Así, como son las cosas en el mundo de los negocios, la gitana
preciosa actúa gratis al frente de sus espectadores, o mejor dicho, por
cualquier tipo de caridad voluntaria. ¿Podría éste ser el valor de la poesía?
Luego canta un romance sin esperar ningún tipo de pago para
medir el potencial del mercado que ella había anticipado, a pesar de que ya
sabía que su belleza atraería a la gente13. La muchedumbre
reaccionó como era de esperarse y con la primera caridad recibida decidió
aumentar el valor de su actuación y consecuentemente el valor de la poesía
también.
Cervantes escribe:
“La vieja pedía limosna a los circunstantes, y llovían en ella
ochavos y cuartos como piedras a tablado; que también la hermosura tiene
fuerzas de despertar la caridad dormida.” (página, 41)
De “limosna”, valor más bajo de su actuación y consiguientemente
de la poesía. Preciosa, viendo este acto de pago voluntario y donación, a los
cuatro vientos pidió a sus espectadores que se le diera cualquier tipo de pago
si la querían ver actuar una vez más. Ella sabía que su belleza era suficiente
para atraer multitudes, pero no para retenerlos y hacerles pagar. Algún tipo de
servicio tenía que ser ofrecido. En este caso su entretenimiento podía ser
completado anunciando a sus espectadores que las canciones que ellos
escucharían serían genuinas en calidad ya que éstas son compuestas por poetas
famosos. Definitivamente, su belleza única podía ser completamente formada y complementada
en una expresión casi natural con la ayuda de los poetas. De aquí en adelante
la poesía se reconcilia en su apariencia física y belleza como para
dignificarla y darle el supuesto valor a su escritura--poesía que fue creada
como negocio.
En este otro texto:
“Si me dan cuatro cuartos, les cantaré un romance yo sola (...)
dígoles que es famoso, y compuesto por un poeta...” (página, 41),
Embriagados por su belleza y sus habilidades para actuar no les
quedó otra opción sino aceptar las condiciones y clamaron que les cantasen
cuantas veces quisiera porque ellos tenían el dinero para pagar. Cervantes
añade:
“--Cántale, preciosa, y ve aquí mis
cuatro cuartos.
... Y así Granizaron sobre ella cuartos, que la vieja no se daba
manos a cogerlos.” (Página, 41)
Primero le “llovían ” cuartos, forma líquida y menos sustancial,
menos materializada. Luego le “granizan” forma más tangible, como si se
acercase aún más al mundo material, cristalizando así la idea de entrar al
mercado de la poesía como forma efectiva.
Apenas Preciosa y la vieja observaron a más de doscientas personas
juntas en un solo lugar para ver y escuchar su actuación, entendieron que había
un mercado por explotar. El éxito de su actuación dependía en los poemas que
recibirían y a su vez los poetas dependían de ellas para sustentarse. El
mercado de la poesía estaba claramente establecido, la poesía había entrado en
el mundo de los gitanos, y Preciosa se sale del concepto popular de que
“solamente nacieron... para ser ladrones...”
El mercado estaba abierto y Preciosa empezó a tomar control del
asunto. Inmediatamente hizo propuestas de negocios con los poetas del lugar
quienes le proveían con sus poemas y quienes estaban listos para aceptar las
condiciones que se impusiesen. Entonces, la gitanilla, en su posición de mujer
de negocios, exigió que la mercancía debería ser pagada después de la
actuación, exigiendo de los poetas calidad en el producto.
“...y si quiere que se le pague, concertémonos por docenas, y
docena cantada, y docena pagada; porque pensar que le tengo de pagar adelantado
es pensarlo imposible.” (página, 46)
Como es de esperar en el mundo de los negocios toda la mercancía
tiene que llevar consigo algún tipo de garantía. Es obvio que el poeta hace
vanagloria de sus habilidades, por malas que éstas sean. Dice
Aristóteles, “Esto es lo que ocurre a los artistas, porque todo hombre
ama su obra más de lo que ella pudiere amarle si adquiriese vida ; y tal vez
ocurra lo mismo a los poetas más que a ningún otro, porque muestran excesivo
cariño por sus propios poemas, mirándolos como si fueren sus hijos14.” Los
poetas sabían y conocían la vulnerabilidad del público y su poesía trataba de
ajustarse a las demandas del mercado. En el caso literario de Cervantes, el
poeta aceptó las condiciones de preciosa y aseguró que sus poemas no
presentarían ninguna confusión y si, en caso contrario, sus poemas no diesen
los resultados anticipados del mercado, entonces no esperaría ningún tipo de
pago. Dice el poeta:
“Que el romance que no saliere bueno y honesto, no ha de entrar en
cuenta.”(p-46)
Así Cervantes se opone rotundamente a la calidad de la poesía como
mercado, al tipo de poesía que tiene que ver con las necesidades materiales,
que se presenta como mal intencionada, y busca un mercado pernicioso y
consecuentemente dañino a la imagen de la verdadera poesía
como una ciencia del lenguaje y perfección de la sensibilidad. Este punto lo
toca Cervantes en El Licenciado Vidriera, donde se burla de los
poetas malos: “Los churruleros, ¿qué se puede decir sino que son la idiotez y
la arrogancia del mundo?” Buenos Aires15, 1946 (p-294). Quiere decir
que la poesía de estos poetas malos, no solo era mal intencionada sino además
no tenía valor intrínseco porque formaba parte de una transacción monetaria.
España atravesaba una crisis de conciencia cultural en donde la poesía había
obtenido un valor de mercado al igual que otras naciones negociaban con otras
distintas clases de mercancías para sobrevivir. No olvidemos uno de los poemas
en La Gitanilla:
Milan con sus ricas telas
.....................................
Las Indias con sus diamantes,
Y Arabia con sus aromas. (p-43)
Y mientras tanto en España, por descuidos políticos de abuso
cultural y mala administración, se negociaba con la poesía de manera descarada16. Entonces,
en la primera parte de la novela la poesía es el recurso de sustento, donde
poetas de todo tipo contribuían a aumentar el caudal de Preciosa. Esta
reflexión a posteriori de Cervantes en torno al mundo gitano,
esa humanidad que existía en el mundo gitano, y sobre todo el respeto por la
naturaleza y los elementos de condición humana lo observó Ramón Menendez Pidal,
dice, “y sobre todo [en La Gitanilla ] está ese canto a la
vida en la Naturaleza: ´Somos17 señores de
los campos, de los sembrados, de los montes, de las fuentes y de los ríos: los
montes nos ofrecen leña de balde; los árboles, frutas, uvas...; los ríos,
peces, y los vedados, caza; sombra las peñas, aire fresco los quiebros y casas
las cuevas... Somos astrólogos rústicos, porque como casi siempre dormimos al
cielo descubierto, a todas horas sabemos las que son del día y las que son de
la noche...´”(p428). A pesar de todos estos aspectos de razón socio-cultural,
dentro de la novela existe una causa mayor que posiblemente motivó a Cervantes
a escribirla, a plantear un punto de vista socio-cultural y la relación del
gitano con la cultura española. Por esto pinta un mundo libre, con elementos
clásicos, al cual la poesía debería pertenecer. Pero, ¿en qué sentido es
la poesía la expresión máxima de la naturaleza? Y ¿en qué sentido la poesía es
amiga de la pobreza económica? Y otra pregunta más: ¿La poesía en sí,
sin la existencia de criterios extraños de orden social, económico, o político,
revela algún vestigio de su fuente natural? Para Cervantes, la poesía es una
ciencia “oculta” (hay que nacer poeta) de alto valor la cual requiere un
respeto absoluto y sus creadores deben tener una habilidad natural
significativa. Posiblemente una imagen intuitiva que despierte los sentidos de
la percepción y conocimientos, para ser representada como una realidad que
existe a priori, en los umbrales de la habilidad natural. La
tradición de que el arte debe imitar a la naturaleza, asumiendo que la mente
simplemente recibe sus imágenes para ser transmitidas en una forma coherente.
La poesía es desplazada por Preciosa como representación de la belleza natural,
y quien quiera que imite los sentimientos que emanan de su belleza, imitará a
la naturaleza y a la poesía en su totalidad. En el intento de imitar la belleza
de Preciosa, ésta pasa por una transformación y esa transformación es, sin
duda, su estado natural. Entonces, la idea de que Preciosa es Poesía,
es esencialmente una descripción verbal de lo que se ha visto en combinación
con lo que se ha sentido. Maravillosamente estos dos elementos se juntan para
darle forma final. Dice Casalduero: “Cervantes, al mismo tiempo que hace de
Preciosa la forma, la figura de una idea platónica, de la honestidad, nos
describe la Poesía, en La Gitanilla, exactamente con las mismas
palabras con que ha dado ser a Preciosa.18” Para Cervantes, la
poesía fue, aparte de todo, un proceso doble de intuición y ciencia del
lenguaje, como nota Joseph B. Spieker, “poseyendo la congruencia de la
gramática, la sutileza de la filosofía, la elegancia de la retórica, los
misterios de la astrología y las admirables cualidades de la teología19” (p-214).
Por esto, todo proceso debe pasar por una noción trascendental de orden
espiritual. En otras palabras, la transformación de la naturaleza y sus imágenes
en la poesía como un proceso casi místico. Américo Castro había notado que para
Cervantes la poesía tenía otro valor porque la poesía para él era “´una
doncella tierna... a quien tiene cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras
muchas doncellas, que son todas las otras ciencias20.´ En forma
análoga se expresa en La Gitanilla... lo que demuestra que estaba
convencido de la excelencia científica de la poesía.” (p-45) Para Cervantes la
poesía es una combinación de dos elementos: por una parte la representación
externa y por otra la imaginación artística, pero no la imaginación que produce
solamente imágenes mentales, sino una imaginación activa que combina materiales
internos y externos para crear una precisa representación pura, algo bello y
precioso. Un tipo de poesía que no puede ser admitida en un mundo que no tiene
como base principal la virtud y el buen comportamiento humano. En otras
palabras, tiene que ser una doncella casta y honesta. Joseph B. Spieker señala
que don Quijote advierte que “Esta tal doncella (la poesía) no quiere ser
manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las
plazas ni por los rincones de los palacios” y además, “no ha de ser vendible de
ninguna manera” (p-214). Al igual que en Don Quijote Cervantes
se expresa en La Gitanilla cuando le da voz a Preciosa al
frente de la proposición de Andrés Caballero:
“Una sola joya tengo... y no la tengo de vender... antes pienso
irme con ella a la sepultura, y quizá al cielo, que ponerla en peligro que quimeras
y fantasías soñadas la embistan o manoseen.”(p-59)
Ese mismo concepto desdoblado, uno como definición de lo que
es poesía y el otro como las virtudes que posee Preciosa. La poesía como
contemplación y creación no tiene como objetivo la idea de abarcar un mundo
tangente. En otras palabras, tendría que ser desinteresada, como
sucede con Clemente quien le da su creación a Preciosa para que purgue y obre
efectos. Clemente posiciona su poema fuera del mundo mercantil y no acepta
ningún tipo de pago. Aunque parece que Clemente entiende la necesidad
financiera de Preciosa y su gente, éste da a Preciosa su creación, el poema, y
se lo da con un “escudo de oro” como para demostrar el doble (como creación e
industria) valor de su poema, brillante en su apariencia, y que a su vez no
tiene que ser cantado ni incluido con los otros poemas porque tiene el peso
verdadero de la poesía.
“Abrió el caballero el papel, y vio
que venía dentro dél un escudo de oro
y dijo:
--En verdad, Preciosa, que trae esta
carta el porte dentro...” (p-47)
Es obvio que Preciosa paga por los poemas recibidos; ¿entonces Por
qué este poeta pobre no solo da su creación, sino que, además,
paga a Preciosa por recibir su poema? En este caso la poesía tiene el mismo
valor y apariencia del oro (poesía = oro). La poesía es así un caudal, otra
prenda y piedra preciosa. En la Biblia el pescador de perlas preciosas es desinteresado y
solo busca la perfección, la suma belleza21. Arriba mencionamos
que para que un poema tenga un valor más alto, fuera del mundo material, tiene
que ser desinteresado. Por ejemplo, si se contempla una
preciosa dama y es simplemente admirada por su belleza, la respuesta es
desinteresada (como es el caso de Clemente quien busca la perfección como
objeto de inspiración espiritual). Pero si se despertó algún tipo de apetito,
entonces no es desinteresada y consecuentemente cualquier poesía para demostrar
su belleza tendría un valor secundario. El poema dado por Clemente a Preciosa
es desinteresado ya que, como veremos, Clemente no tiene
interés alguno en ningún tipo de relación temporal. Al contrario, Clemente
parece ser un personaje simbólico, como el pescador bíblico de la perla
preciosa, y por ende su amor por Preciosa nace, crece y se desaparece en un campo
efímero, espiritual22. Veamos más de cerca como Clemente se avecina a Preciosa y cual
es el concepto que él tiene de ella y de la poesía:
“Pero has de saber, Preciosa, que ese nombre de poeta muy pocos se
lo merecen...”(p-64).
¿Por qué muy pocos merecen ser llamados poetas? ¿A que nivel
social está expuesta la poesía? Y ¿a qué nivel espiritual? Desde el momento que
le entrega el poema a Preciosa y declara de su propia boca no ser poeta
--declaración que hace el mismo Cervantes-- está diciendo que lo que él siente,
teniendo conocimiento de todos los niveles de percepción y sus dimensiones, es
algo especial y que lo que él encuentra no es nada más que belleza pura. Una contemplación
que se acerca más a las virtudes morales de su personaje, buscando como fin la
forma intelectual y honesta, en fin, una belleza platónica. De modo que de
alguna manera su poema no tiene una diferencia muy notable en su apariencia,
aunque esté complementado de los mismos elementos externos (lenguaje) de
aquellos poemas dados por otros poetas. Razón suficiente para que Clemente
rehúse ser llamado poeta en este medio y mundo mercantil donde algunos
escritores pretendían serlo.
Preciosa, con su curiosidad inocente e ingenua, le pregunta a
Clemente lo siguiente:
“¿Tan malo es ser poeta?” (p-64)
Para Clemente, el negocio de la poesía era un hecho más para
subsistir en España, durante esos años de decadencia económica, simplemente él
no quería pertenecer a este género de poetas, movidos por una razón financiera
y no por la meditación de la vida o por la contemplación en lo infinito. Para
Clemente, Preciosa tiene un valor divino, es un ser ideal más allá de lo
tangible, así como para el Petrarca habría sido Laura, para Dante su Beatrice o
para Orlando su Angélica. Por esta razón Clemente le explica a Preciosa, que él
prefiere llamarse, simplemente, “aficionado a la poesía” (p-64). Según
Cervantes, el valor poético había cambiado, había alterado su forma
trascendente. Clemente no está de acuerdo con el tipo de poesía mercantil, pero
tampoco la condena como algo trágico, simplemente acepta que la motivación
económica que la mantiene no es una creación armoniosa y que su existencia
tiene valor dentro de su competencia mercantil. La poesía disfrazada con
los elementos poéticos de tradición de la sensibilidad humana, una mimesis perfecta,
que pretende traicionar la verdadera razón de su existencia:
“...el ser poeta no lo tengo por muy bueno. Hase de usar de la
poesía como una joya preciosísima, cuyo dueño no la trae cada día, ni la
muestra a todas gentes, ni a cada paso, sino cuando convenga y sea razón que la
muestre.” (p-64)
Clemente dice que, como tal, como joya preciosísima, (preciosa
perla) la verdadera poesía tiene que esconderse ya que corre peligro de que se
desvirtúe o deteriore con el mal uso. Para Clemente, la verdadera poesía no
puede existir a la par del mundo mercantil. El error aparente de Preciosa es a
causa de que estaba atrapada y rodeada en un mundo marginado por la sociedad,
en donde solamente se podía identificar la realidad de la poesía con un solo
aspecto, el aspecto más pobre y monetario. Clemente intenta educarla e insiste
que la poesía tiene otra dimensión, similar a la propia y suprema belleza de
Preciosa. Según Clemente, el dinero no compra ni poesía, ni belleza, ni moral y
mucho menos el ideal platónico o el concepto de felicidad que tiene un pobre.
La felicidad que lleva al Beautus ille, a la poesía, a la belleza
pura.
“He oído decir que es pobrísima, y
que tiene algo de mendiga.” (p-64)
De todas maneras, Clemente, explica a Preciosa que existe una
razón mayor, fuera de lo común, que motiva a algunos a la creación de la
poesía. En otras palabras, que el verdadero valor de la poesía está en el más
allá de la dependencia socio-económica, que no pertenece a un valor monetario
sino a un valor que sólo se puede obtener viviendo una vida contemplativa. Un
valor espiritual que traspasa las barreras de la poesía escrita, transportando
al poeta a un lugar infinito, a un mundo intangible, más allá de la razón:
“...filosofía que la alcanzan
pocos.” (p-64)
Bien sea que la riqueza de la poesía expresada por Clemente es
desinteresada o no, lo demuestra al final el personaje mismo. Lo que ofrece,
nada más, es un sentimiento magnífico que ha tocado su corazón gracias a la
riqueza-pobreza que él posee. La poesía escrita por Clemente adquiere un valor
diferente dentro de la novela. El poeta pobre que escribe con riqueza
espiritual:
“Preciosa joya de amor,
esto humildemente escribe
el que por ti muere y vive,
pobre, aunque humilde amador.”
(p-49)
Su poesía ha perdido un valor monetario ante los ojos de Preciosa
y ha adquirido un valor sentimental. En este punto, la poesía ya no sirve como
sustento para un grupo de gente marginada. De aquí en adelante empieza la
función natural de la poesía como esencia principal del poeta, y que de forma
mágica aferra los sentidos. La poesía verdadera causa estragos secundarios;
como sucede a Andrés-Juan, que casi termina desmayándose por celos, al escuchar
una poesía que pudo haber tocado el alma de su amada. La poesía ha comunicado y
ha logrado un valor sentimental, allí, en el mismo cuerpo y lugar donde
Preciosa joya23 es nada más que un símbolo de unificación de un amor etéreo,
un amor platónico, un amor desinteresado. Dice León Hebreo acerca del amor
platónico: “llama amor divino al amor de la sabiduría y de los eternos
conocimientos, al cual, por ser todo intelectual honesto y todo formal sin
compañía de materia alguna corpórea, le llama divino, porque en sólo esto son
los hombres participantes de la divina hermosura24” (P-475). El verdadero amor platónico es una relación que tiene
lugar en lo inmaterial, donde todo está en flujo eterno para ser realizado pero
que nunca llega a ser. El único lugar de su existencia es en el
espacio sin límites del mundo ideal, y, por lo dicho, nunca puede ser
materializado. Joaquín Casalduero nos dice al respecto: “Ha logrado Cervantes
transformar la realidad---ideas, sentimientos, experiencia humana---tan por
completo en arte, que él mismo se siente no ya como creador, sino como mero
agente de estas figuras que tiene delante...”(p-61). Entonces, el papel de
Clemente en toda la novela es la de un mago quien aparece por unos momentos
para darnos el orden del mundo platónico y luego desaparecer sin dejar rastro
alguno, como sucede al final de la novela. A pesar de que Clemente pertenece a
la aristocracia, su tendencia es peripatética ya que no desea pertenecer a
ningún grupo social, al igual que los gitanos. Su meta tiene un fin
contemplativo como el personaje de Platón que sale de la cueva para ver la
realidad que lo rodea y en su regreso sólo encuentra risas que se burlan de su
realidad. Clemente abandona esa sociedad que se nutre de cosas vanas,
especialmente cuando el mundo de Preciosa, el mundo gitano, se desvanece dentro
del mundo aristocrático.
En la segunda parte de la novela, Clemente tiene la oportunidad de
estar a solas con Preciosa, donde él demuestra que su afecto es desinteresado,
y que no ha disturbado la razón que lo inclina a lo sensible. Su única
intención es despedirse de Preciosa y desearle una vida feliz ya que su
relación jamás podría materializase.
“Agradézcote, señora, lo que en mi crédito dijiste, y yo pienso
pagártelo en desear que estos enredos amorosos salgan a fines felices, y que tú
goces de tu Andrés, y Andrés de su Preciosa, en conformidad y gusto de sus
padres, porque de tan hermosa junta veamos en el mundo los más bellos renuevos
que pueda formar la bien intencionada naturaleza.” (p-97)
Clemente logra explicar el orden del amor y de la naturaleza
amorosa de los amantes para, al final, aclarar las dudas que Preciosa tenía de
él. Preciosa dudaba de Clemente, y pensaba que estaba enamorado de ella desde
el momento en que llegó a la villa. Preciosa no lograba entender el verdadero
valor de la poesía y de los mensajes que intentó hacerle llegar en varias
ocasiones. Preciosa estaba atrapada madurando y entiendo el mundo dentro
de los males sociales que limitaba al mundo gitano, y no tuvo la oportunidad de
entender el mensaje de que poesía era ella25. Alban
K. Forcione, dice, “The development of this theme hinges on the relationship
between Clemente and the heroine Preciosa, who in this context is a symbol of
poetry.26”
“La poesía es una bellísima doncella, casta, honesta, discreta,
aguda, retirada y que se contiene en los límites de la discreción más alta.”
(p-64)
Posiblemente estas eran todas las cualidades de pureza que
Preciosa poseía. Clemente creía que Preciosa no estaba en la madurez espiritual
suficiente como para entender el lenguaje de la poesía, aunque parecía
adormecida por las necesidades de su gente o del mundo mercantil que la
rodeaba. Además su propia belleza la había cegado a tal límite que se negaba a
ver el valor intrínseco del lenguaje de la poesía. Su atención estaba enfocado
en la realidad que le había otorgado su destino y sangre, hechos que fueron
impuestos en ella de tal manera que no podía ver más allá de los aspectos del
orden social y económico.
“Oh Preciosa!, de tan corto ingenio, que no alcance hasta dónde se
extienden las fuerzas de la hermozura, y la tuya, por pasar de los límites de
los mayores extremos de la belleza, es disculpa bastante de los mayores yerros,
si es que deben llamarse yerros los que se hacen con tan forzosas causas.”
(p-47)
Para Cervantes, la poesía presenta una doble apariencia y un doble
efecto. Por un lado, la poesía es creada solo como representación de lo
aparente, sin los elementos intrínsecos y en forma mecánica siguiendo el orden
de las palabras y uso del lenguaje. Por otro, posiblemente el más
importante, es el aspecto en que Clemente representa la poesía, con los
elementos primordiales del alma, pasando sus percepciones por los filtros necesarios
hasta que toquen el alma. Su propósito es transcender el marco físico del
tiempo y espacio donde las funciones cognoscitivas son simplemente una
herramienta de trabajo para expresar lo que verdaderamente un poeta debe expresar.
Esto para Clemente tiene una atributo divino, una belleza absoluta, una forma
inconcebible donde el intelecto no es suficiente para representar su natural
belleza. Casalduero alude a un “platonismo tridentino;” en otras palabras, “
(el)... hombre en toda su dignidad racional, instituyendo sobre la libertad de
la naturaleza una libertad superior, de un orden maravillosamente inflexible,
que encuadra rígidamente la esencia de las cosas : la libertad de la gracia
divina.”(p-71) Con esta gracia Andrés y Clemente se unen en un canto para
expresar lo que realmente sienten, y lo cantan desde el corazón, sin una
motivación económica sino con el simple hecho de cantar las alabanzas al objeto
de su inspiración. Es el cantar de los poetas como entretenimiento del alma y
no como sustento económico. Dice Joseph B Spieker, (La verdadera poesía)
“tanto ha de ser útil así como deleitable; ha de instruir lo mismo que
deleitar, disuadiendo a los hombres del vicio y de sus atractivos e
inclinándolos a la virtud.”(p-214):
“Que no hay humano ingenio que le alabe, sino toca en divino, en
alto, en raro, en grave y peregrino.” (p-98)
Más de un crítico ha apuntado que la poesía debe tener una esencia
más significativa, ya que participa de la expresión pura de los sentidos. Por
lo tanto, “el deleite de la poesía es una iluminación interior, una videncia,
un transporte exaltado que eleva el alma a la región de lo esencial” (Sentido y
Forma, p-77). Para Cervantes la poesía tenía un valor diferente de aquel que se
había hecho común en su época, tal es así la gracia que recuerda, en el siglo
XVIII, el Diccionario de Autoridades la definición bajo la
palabra número, dice, “dos cosas me hacen novedad, la una que
sean tantos los poetas, quando, en opinión de muchos, en todo un reino apenas
se hallará uno.” Por medio de Preciosa, cuando ésta se dirige a sus
espectadores para indicar el tipo de poesía que garantizaría su actuación,
Cervantes, en la primera parte de la novela, indica también la cantidad
exagerada de poetas que existen:
“Dígoles que es famoso, y compuesto por un poeta de los del
número, como capitán de batallón.” (p-41)
Al igual, en uno de sus momentos de mayor preocupación por la
poesía, justamente en el año de 1613, cuando había terminado de escribir Viaje
del Parnaso27, Cervantes menciona este tipo de preocupación. Cervantes tiene
que apresurar la pluma antes de que algún poeta del número, prematuro, se
haga cargo del caso; aquellos que eran oficialmente autorizados por ley o
reglamento:
“ antes que el esquadrón vulgar
acuda
de más de veynte mil sietemesinos
poetas, que de serlo están en
duda”(p-20)
Cervantes, al final de su novela La Gitanilla, remata
de la siguiente manera:
“...y los poetas de la ciudad, que hay algunos (para hacer un
contraste de los muchos que existían) y muy buenos, tomaron a cargo celebrar el
extraño caso...”(p-116).
En síntesis, de la misma manera que Platón sale del hombre, de su
realidad física, para ubicarlo en el campo de lo ideal, Cervantes invita al
lector a que encuentre el valor de la poesía a través de ese
personaje--Preciosa--de esa realidad social impuesta en el mundo gitano. En
fin, Preciosa como representación pura de la belleza ideal y como símbolo total
de la poesía es Poesía. El empeño de Cervantes está en darle una forma más
concreta a la belleza de la Poesía con todas esas cualidades anteriormente
mencionadas, así lo manifiesta también Joseph B Spieker al afirmar que,
“Cervantes manifiesta una clara afición por encarnar su concepto de la poesía
en la figura de una bella y honesta doncella, práctica que culmina con La
Gitanilla cuya heroína representa la viva encarnación de la
Poesía”(p-220). También de una manera indirecta, Cervantes, avisa al lector del
tipo de poesía de encargo que circulaba. Esto no quiere decir que la poesía que
fue creada con propósitos diferentes y los poetas verdaderos, en conjunto no
hayan contribuido al desarrollo intelectual, bien sea que guste o no.
Supongamos que la poesía por razones económicas haya perdido lo esencial de lo
que la poesía tiene que ser, de todas maneras su contribución ha
engendrado un estudio infinito en el mundo intelectual. Esta pequeña y
significativa obra de Cervantes, demuestra su empeño hacia la excelencia de la
poesía y la escritura, enfrentándose en forma crítica a los poetas que
supuestamente no habían nacido poetas. Esta puede ser la prueba más contundente
del elevado concepto que Cervantes tenía por la poesía. En fin, esta
encarnación de la gitana hermosa (Preciosa = poesía = joya )
manifiesta una función doble: el aspecto temporal e infinito de la
poesía.
NOTAS
1 En el Diccionario de Sebastian de Covarrubias, bajo la palabra
‘poeta’ encontramos la siguiente descripción: “... porque es propio de los
poetas fingir; assí dixo Horacio en el Arte Poética: “...”
2 Dice Elías L. Rivers en su colección de poesía lírica del Siglo de
Oro que “Este poema burlesco es un comentario sobre el estado de la poesía
española, y sobre las pretensiones literarias del mismo Cervantes” (página,
181) Pretensiones que también se pueden ver en el Viaje del Parnaso:
“¡O Adam de los poetas, o Cervantes!” (Página,19).
3 Domínguez Ortiz, Antonio. “Documentos Sobre los Gitanos Españoles
en el Siglo XVII.” Estudios de Historia Económica y Social de
España. Granada: Universidad de Granada, 1987. 191-201.
4 De la recogida de, Maria Helena Sanchez Ortega. Documentación
Selecta Sobre la Situación de los Gitanos españoles en el Siglo XVIII.
Página 32, existe el siguiente documento: Novísima recopilación de las
leyes de España / Ley IV. << Don Felipe III en Belem de Portugal 28
de junio de 1619, cédula.>> /...Ordenamos y mandamos que todos los
gitanos que al presente se hallaren en estos nuestros Reinos, salgan dellos
dentro de 6 meses que se han de contar desde el día de la publicación desta ley
y que no vuelvan a ellos so pena de muertes... Y Otro sí mandamos que por
ningún caso puedan tratar en compras ni ventas de ganados mayores, ni menores,
lo cual guarden y cumplan so la misma pena.
5 España les había exigido que dejen su hábito de nomadismo y
costumbres peculiares, que abandonen su “ideal” de libertad, su extremada
independencia, la cual ya era conocida en Europa. Ideal que encerraba su propio
concepto fuera del marco social de la época. En otra palabras, en la lucha por
sus ideales los gitanos se comportan totalmente indiferentes al código de
comportamiento moral durante los siglos XV, XVI, XVII... Esto y más lo explica
claramente Ramón Menéndez Pidal: “Pronto este pueblo nómada, celoso defensor
de sus libertades, que pone su campamento en cualquier lugar, empieza a ser
mirado con recelo. Son vagabundos, lo que hace sospechar de ellos cualquier
tipo de delito; el robo, por supuesto, pero también los raptos y los
homicidios.” Además “Hacen de volatineros y sus mujeres lucen sus habilidades
en la danza; danzas exóticas que atraen a los hombres”(página, 425); razón
quizá muy bien entendida por Cervantes; de aquí, probablemente, su modelo
para la gitana preciosa que embelesa con sus danzas y cantares (como es el
caso de Preciosa).
6 Cito por la edición de Biblioteca Emecé de Obras Universales.
Buenos Aires, 1946. Con una nota preliminar de Jorge Luis Borges.
7 Menéndez Pidal, Ramón. “Estructura Social” Historia
de España Tomo XIX. Ed. Manuel Fernández Álvarez. Madrid: Espasa-Calpe
S. A. 1989. 315-438.
8 No había lugar donde pudieran comenzar una vida honesta ya que
durante el Reinado de Felipe II, ya se había ordenado la expulsión de los
gitanos de otras tierras, para ser regresados a España donde tampoco eran
deseados. Expulsados de tierras lejanas para llegar a España, tierra que
tampoco les pertenecía. Veamos el Documento 11, página 96, recogido por
Maria Helena Sanchez Ortega:
“Ley de Indias/Que los Gitanos, sus mujeres, hijos
y criados sean echados de las Indias. (D. Felipe en Elvas a 11 de febrero de 1581)/ Ley
V ... Mandamos a los Virreyes, Presidentes, Gobernadores, y otras
cualesquier Justicias nuestras, que con mucho cuidado se informen, y procuren
saber si en sus Provincias hay algunos Gitanos,... y luego que sean hallados
los envien a estos nuestros Reinos, embarcándolos en los primero Navíos con sus
mujeres, hijos, y criados, y no permitan, que por ninguna razón, o causa, que
alegue, quede alguno en las Indias ni sus Islas adyacentes.”
9 Castro, Américo. “El Pensamiento de Cervantes” Editorial Hernando
Madrid, 1925. (facsímil) p-48.
10 Vilar, Pierre. “El tiempo del Quijote.” Crecimiento y
desarrollo. Barcelona: Ariel, 1976. 332-46.
11 “Para mediados de 1612 Miguel de Cervantes Saavedra terminó
el manuscrito de su nueva obra, las Novelas Ejemplares, y comenzó
el lento proceso dictaminado por la ley censura, por así llamarla, que había
sido sistematizada por edicto de 1558 y que duraría en España hasta las Cortes
de Cádiz de 1812. Con rebrotes posteriores, como es bien sabido. El Consejo
Real nombró al doctor Gutierre de Cetina (homónimo del poeta sevillano) para
comenzarse el despacho de las provisiones de ley, y en julio y agosto de 1612
se firman las primeras aprobaciones... Un año más tarde, en agosto de 1613, se
daban los últimos toques, tasa y fe de erratas y para aminorar las
posibilidades de bibliopiraterías tan de moda entonces se sacó privilegio para
el reino de Aragón. Las Novelas ejemplares quedaban, de tal
manera, a la puerta.”(página, 9) Novelas Ejemplares; Edición,
introducción y notas de Juan Bautista Avalle-Arce.
12 Schevill, Rudolph. “Cervantes”. Semicentennial Publications
of the University of California: New York Duffield & Company,
1919. (Página,96)
13 Ramón Menéndez Pidal en su comentario de las habilidades y
destreza de las mujeres gitanas en el mundo que Cervantes, probablemente,
conocía muy bien. “sus mujeres lucen sus habilidades en la danza;
danzas exóticas que atraen a los hombres.”(página, 425)
14 Aristóteles. Ética a Nicomaco. Ed. Francisco Gallach Palés.
Madrid: Editorial Nueva Biblioteca Filosófica, 1931. Libro IX, cap. VII.
15 Cervantes, Miguel de. Novelas Ejemplares.
Comentario de Jorge Luis Borges. Emecé, Buenos Aires, 1946.
16 En cuanto al planteamiento general político, Antonio
Dominguez Ortiz, en “La sociedad española de el siglo XVII” nos hace una reseña
de el problema de administración, después de la muerte de Felipe II, que el
reinado de Felipe III atravesaba; “ Lerma había ejercido el poder en
provecho propio y se había deshonrado acumulando riquezas. Olivares no era
codicioso de tesoros, sino de poder... (y) ... no tuvo nunca
una política interior ; la consideró solamente como una plataforma para su
acción exterior ; la política internacional era lo único que le interesaba.”(vol.1)
17 Este “somos” se refiere a los gitanos…
18 Casalduero, Joaquin. “La Gitanilla” Sentido Y forma
de las Novelas Ejemplares. Ed. JoaquinCasalduero.
Madrid:
Gredos, 1962. 56-77.
19 Spieker, Joseph B. “Preciosa y poesía: Sobre el concepto cervantino
de la poesía y la estructura de La Gitanilla,” Explicación
de Textos Literarios, 4 (1975/76), 213-220.
20 Vale aclarar que estas otras ciencias no son ni viven de la
intuición del lenguaje ni de la comunicación y sirven para arropar y acompañar
la “ciencia mística” del poeta.
21 En la Biblia en el Nuevo Testamento, según San Mateo,
capitulo 13, versículo 44-48: Además, el reino de los cielos es
semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo
encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
/ También el reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca
buenas perlas; / que hallando una preciosa perla , fue y
vendió todo lo que tenía, y la compró. / Asimismo el reino de los cielos es
semejante a la red, que echada en la mar, coge de todas suertes de peces: / La
cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en
vasos, y lo malo echaron fuera.
22 A su vez parece que Clemente simboliza, como lo dice León Hebreo:
“ el hombre que conserva en sí un digno y excelente amor, nacido de la
razón, sin gozarlo, es como un árbol que está siempre verde, grande y abundante
de ramos, empero sin ningún fruto”(página, 91)
23 Georges Güntert, en “La Gitanilla y la Poética de Cervantes”
dice que: “ Cervantes, más que contraponer dos planos, los hace
converger en la figura de Preciosa, joya a la vez valiosa y virtuosa, (...) por
eso los espectadores intuyen en su hermosura algo que la transciende”
(página, 109) Además en otro ensayo, “Discurso Social y Discurso Individual en
La Gitanilla” replantea el problema de la identidad de Preciosa indicando que:
“En esta perspectiva debe plantearse nuevamente el problema de la identidad
Preciosa = joya = poesía” (página, 121)
24 Hebreo, León. Diálogos de Amor. Ed. Garcilaso
Inca de la Vega. Madrid: Biblioteca Castro, 1995.
25 En Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) aunque el tema es semejante,
la función es otra y de diverso efecto. Rimas y declaraciones poéticas,
en la rima XXI: -¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas / en mi tu pupila
azul. / ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? / Poesía... eres tú.
26 Forcione, Alban K. “The Cervantine Figure of the Poet,
Impostor or God?” Cervantes Aristotle and The Persiles. New Jersey:
Princeton University Press, 1970. 304-337.
27 Rodolph Schevill y Adolfo Bonilla en la introducción a su edición
del Viaje del Parnaso dicen: “salió a luz el Viaje del
Parnaso (ya escrito en 1613) en Madrid, el año 1614, después de las Novelas.” (página,
V)
OBRAS
CITADAS
Aristóteles. Ética a Nicomaco. Ed. FranciscoGallach Palés. Madrid:
Editorial NuevaBiblioteca
Filosófica, 1931.
Bécquer, Gustavo Adolfo. Rimas y Declaraciones Poéticas.
Ed. Francisco López Estrada y
María Tereza López García-Berdoy. Madrid: Espasa-Calpe,
1996.
Casalduero, Joaquin. “La Gitanilla” Sentido Y forma de las
Novelas Ejemplares. Ed. Joaquin
Casalduero.
Madrid: Gredos, 1962. 56-77.
Castro, Américo. “El Pensamiento de Cervantes” Editorial Hernando
Madrid,
1925(facsímil).
Cervantes, Miguel de. Novelas Ejemplares. Comentario
de Jorge Luis Borges.
Emecé: Buenos Aires, 1946.
Cervantes, Miguel de. Novelas Ejemplares. Ed. Juan Bautista Avalle-Arce. Madrid:
Castalia, 1982.
Cervantes, Miguel de. Viaje del Parnaso. Ed. Rodolfo
Schevill y Adolfo Bonilla. Madrid:
Gráficas Reunidas, S.A.., M. CM. XXII.
Covarrubias, Sebastián. “ Tesoro de la Lengua Castellana o
Española.” Ed. Martin de Riquer.
Barcelona, 1943.
Domínguez Ortiz, Antonio. “Documentos Sobre los Gitanos Españoles
en el Siglo
XVII.” Estudios de Historia
Económica y Social de España. Granada: Universidad de
Granada, 1987. 191-201.
Domínguez Ortiz, Antonio. “La Sociedad española en el Siglo
XVII”(Vol. I ) Granada:
Universidad de Granada, 1992.
Forcione, Alban K. “The Cervantine Figure of the Poet, Impostor or
God?” Cervantes Aristotle
and The Persiles.
New Jersey: Princeton University Press, 1970. 304-337.
Güntert, Georges. “Discurso Social Y Discurso Individual en La
Gitanilla” Cervantes. Novelar
El Mundo desintegrado. Barcelona:
Puvil-Editor, 1993. 112-126.
Güntert, Georges. “La Gitanilla y la poética de
Cervantes,” BRAE, 52 (1972), 107-34.
Hebreo, León. Diálogos de Amor. Ed. Garcilaso Inca de
la Vega. Madrid: Biblioteca Castro,
1995
Menéndez Pidal, Ramón. “Estructura Social” Historia de
España Tomo XIX. Ed. Manuel
Fernández Álvarez. Madrid: Espasa-Calpe S. A.
1989. 315-438.
Rivers, Elías L. “Poesía Lírica del Siglo de Oro.” Ed. Elías L.
Rivers. Madrid:Cátedra,1987.
Sanchez Ortega, María Helena. “Documentación selecta sobre la
situación de los gitanos
españoles en el siglo XVIII. Madrid:
Editorial Nacional, 1976.
Schevill, Rudolph. “Cervantes”. Semicentennial Publications of the
University of California:
New York Duffield & Company, 1919.
Spieker, Joseph B. “Preciosa y poesía: Sobre el concepto
cervantino de la poesía y la
estructura de La
Gitanilla,” Explicación de Textos Literarios, 4 (1975/76),
213-220.
Vilar, Pierre. “El tiempo del Quijote.” Crecimiento y
desarrollo. Barcelona: Ariel, 1976 (332-
46).